Hay gente que por negligencia o desidia no sabe lo que vale un peine. Un peine vale 1 euro y 35 céntimos. Es lo que me ha costado éste en 'El Corte Inglés'. Sí, sería más lógico que en 'El Corte Inglés' vendieran tijeras, por lo de “el corte”, o llaves inglesas, por lo de “inglés”, pero...
Para que un peine peine, hacen falta dos cosas: que el peine tenga púas y que la persona que lo use tenga pelo. El peine no es la única cosa que tiene púas. Los puercoespines también las tienen, pero van siempre despeinados porque son unos puercos.
El peine no es lo único que peina. La policía también peina: peina manzanas cuando está a la busca y captura de algún malhechor. Hay que ser tonto para peinar una manzana en vez de comérsela, pero en realidad lo que hacen es peinarla primero y comérsela después. ¿No hay quien lava la manzana antes de comérsela? Pues la policía va más allá: la lava, la peina, le pone colonia y se la come.
Otros que peinan sin peine son los futbolistas: peinan el balón, y lo hacen sin un peine, sin las manos e incluso sin los pies; lo peinan con la cabeza.
El balón no tiene pelo, por eso no usan un peine para peinarlo. El balón puede llegar a tener pelo, pero entonces no se llama balón, sino coco. Para peinar un coco hace falta valor, si es un coco de los que comen. Los cocos pueden comer o ser comidos: los primeros se comen a los niños que comen poco; los segundos nacen en los cocoteros. Comerse a los niños que comen poco es una estupidez, además de incongruente con lo que pasa en los cuentos infantiles: la bruja de Hansel y Gretel lo que hacía era comerse a los niños que comían mucho: es decir, cebarlos antes de comérselos, lo cual es mucho más lógico.
Una de las cosas más comunes que pueden encontrarse en un peine, aparte de caspa y piojos, son pelos. También pueden encontrarse ideas, pero es muy raro, y además quiere decir que la persona en cuestión se ha peinado con tanta fuerza que se ha reventado el cerebro, perdiendo masa encefálica. Es lo que se llama la fuga de cerebros.
Cuando uno encuentra pelos en el peine es porque padece lo que se llama la caída del cabello, que no debe confundirse con la caída del caballo. La caída del cabello puede ser más dolorosa que la del caballo. La del caballo puede provocarte la rotura de varias costillas, pero la del cabello puede hacer que no quieras comer costillas durante mucho tiempo. Es lo que se llama una depresión de caballo.
Ser calvo tiene desventajas, pero también ventajas. Lo malo es que no puedes soltarte el pelo, ni echar una canita al aire, ni contar las cosas con pelos y señales. Lo bueno es que no pueden tomarte el pelo ni se te puede caer el pelo por muchas burradas que hagas y que no tienes un pelo de tonto.
En cien años todos estaremos calvos, menos Matusalén, que, si hemos de creer que vivió mil años, a los cien aún era un niño. Claro que a lo mejor estaba calvo porque era un niño de pecho. Y no precisamente de pelo en pecho.
Lo dicho: un peine vale 1 euro y 35 céntimos, aunque algunos no tienen precio, porque, para peines peines, el Peine de los Vientos de San Sebastián, el de Chillida. Un peine que peina al viento, el gran despeinador, ése sí que es un auténtico peine.
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